A uno que iba por Galicia conduciendo a 236 km/h, borracho, la policía le preguntó, al pararle, que por qué iba tan rápido.
Y contestó que tenía prisa.
Eso, por preguntar.
Y contestó que tenía prisa.
Eso, por preguntar.
Mikel somos todos los que hemos perdido algo antes de tiempo. El padre, las ganas, el anillo de boda... Mikel somos todos los que hemos enfermado mal y pronto. Mikel somos los que, pese a lo uno o a lo otro, todavía conservamos el interés por levantarle la falda a la vida, a ver qué lleva debajo. Mikel es también el nombre de mi sobrino, al que a veces despierto con este guiño por las mañanas.
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