Resulta que todo en la vida es cuestión de tino, y no de hacer las cosas a lo bruto. Solo presionando en un centímetro cuadrado que encuentro pasadas las cuatro de la mañana un poco más arriba de donde llevo horas haciéndolo, micciono seis u ocho centímetros cúbicos de unos orines más perceptibles por el ruido en el fondo del conejo que por el alivio tan carácterístico que acompaña a esta operación. A estrincones, apretar, orinar, apretar, orinar. Así hasta que me quedo sin fuerzas. Pasada la amenaza de la sonda, siento un gran alivio, y empiezo a pensar en el resto de tareas pendientes.
Resulta que todo en la vida es cuestión de tino, y no de hacer las cosas a lo bruto. Solo presionando en un centímetro cuadrado que encuentro pasadas las cuatro de la mañana un poco más arriba de donde llevo horas haciéndolo, micciono seis u ocho centímetros cúbicos de unos orines más perceptibles por el ruido en el fondo del conejo que por el alivio tan carácterístico que acompaña a esta operación. A estrincones, apretar, orinar, apretar, orinar. Así hasta que me quedo sin fuerzas. Pasada la amenaza de la sonda, siento un gran alivio, y empiezo a pensar en el resto de tareas pendientes.
Está muy bien lo de concentrarse en "cada día su afán"
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