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Un pensamiento

Hay quien dice, mirando estos días a Haití, o a Túnez, que la comunidad internacional no existe.

Otros dicen que eso no es de ahora. Miran a Sudán, a Ruanda, al Tíbet o a Camboya, y nos dicen que la comunidad internacional no ha existido nunca.

Optimistas unos, optimistas otros.

Es la humanidad la que no existe.

Comentarios

  1. Cuanto más desarrollado se llame a un país, es que tiene mayor desarrollo de piel de hipopótamo para el prójimo.
    Es la forma de medirlo.

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  2. Menos mal que están los de a pie que dejan la piel y comparten unos gramos de humanidad (los mismos de allí y los que van a apoyar). Pero en la historia, ¿cuándo no se han cambiado las cosas a partir de lo pequeño? A pesar de los que cuidan del hipopótamo.

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Declaración de intenciones

Las lágrimas se guardan para los entierros, y la vida hay que buscarla allí donde lo dejan a uno. En una casa buena de Cádiz o en el infierno. Donde sea, donde se pueda El asedio, de Arturo Pérez Reverte Esta es la sabiduría de Felipe Mojarra, salinero, de la Isla, de barro hasta las rodillas y que pelea contra el francés, en el año de 1811, en la Bahía de Cádiz, sin saber por qué. Y esa es la que buscaré compartir con vosotros cada mañana desde este rinconcito de la red. ¡Qué gusto volver a escribir!
Se me va poblando el cielo de rostros y corazones, se va volviendo mi hogar, llenándoseme de nombres. No es ya un extraño país lejano en el horizonte, es cita donde me aguardan pupilas que me conocen, labios que me dieron besos, pieles que llevan mis roces. Se me va poblando el cielo de rostros y corazones, de gestos ya conocidos de amor, de abrazos que acogen, en los que revivir puedo amadas palpitaciones, y tantos y tantos sueños que aguardan consumaciones. Se me va poblando el cielo de rostros y corazones: me gusta saber que Dios prepara para los hombres Paraísos que permiten recuperar los adioses. Allí se me van llegando uno a uno mis amores, con besos hoy silenciosos que tendrán resurrecciones. Se me va poblando el cielo de rostros y corazones, se va volviendo mi hogar, llenándoseme de nombres.