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Jamón y fe

Un señor ha denunciado en la comisaría de La Línea de la Concepción (Cádiz) a un profesor del Instituto, porque asegura que su hijo fue insultado por el docente.

El profesor afirma que en clase de geografía destacó los beneficios del clima de Trevélez para curar jamones, y que en ese momento el alumno en cuestión levantó la mano y le pidió por favor que no hablase de jamones porque hacía temblar los cimientos de su fe.

La Junta de Andalucía defiende al docente.

Todo esto pasa por la tendencia humana a mezclar fe y jamón, velocidad y tocino, que es lo que también le pasa a Martinez Camino, el obispo portavoz de la Conferencia Episcopal cuando relaciona los contratos de Movistar con el matrimonio civil.

A ver si nos aclaramos, que queda mucha semana.

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Declaración de intenciones

Las lágrimas se guardan para los entierros, y la vida hay que buscarla allí donde lo dejan a uno. En una casa buena de Cádiz o en el infierno. Donde sea, donde se pueda El asedio, de Arturo Pérez Reverte Esta es la sabiduría de Felipe Mojarra, salinero, de la Isla, de barro hasta las rodillas y que pelea contra el francés, en el año de 1811, en la Bahía de Cádiz, sin saber por qué. Y esa es la que buscaré compartir con vosotros cada mañana desde este rinconcito de la red. ¡Qué gusto volver a escribir!
Se me va poblando el cielo de rostros y corazones, se va volviendo mi hogar, llenándoseme de nombres. No es ya un extraño país lejano en el horizonte, es cita donde me aguardan pupilas que me conocen, labios que me dieron besos, pieles que llevan mis roces. Se me va poblando el cielo de rostros y corazones, de gestos ya conocidos de amor, de abrazos que acogen, en los que revivir puedo amadas palpitaciones, y tantos y tantos sueños que aguardan consumaciones. Se me va poblando el cielo de rostros y corazones: me gusta saber que Dios prepara para los hombres Paraísos que permiten recuperar los adioses. Allí se me van llegando uno a uno mis amores, con besos hoy silenciosos que tendrán resurrecciones. Se me va poblando el cielo de rostros y corazones, se va volviendo mi hogar, llenándoseme de nombres.