Se me va poblando el cielo de rostros y corazones, se va volviendo mi hogar, llenándoseme de nombres. No es ya un extraño país lejano en el horizonte, es cita donde me aguardan pupilas que me conocen, labios que me dieron besos, pieles que llevan mis roces. Se me va poblando el cielo de rostros y corazones, de gestos ya conocidos de amor, de abrazos que acogen, en los que revivir puedo amadas palpitaciones, y tantos y tantos sueños que aguardan consumaciones. Se me va poblando el cielo de rostros y corazones: me gusta saber que Dios prepara para los hombres Paraísos que permiten recuperar los adioses. Allí se me van llegando uno a uno mis amores, con besos hoy silenciosos que tendrán resurrecciones. Se me va poblando el cielo de rostros y corazones, se va volviendo mi hogar, llenándoseme de nombres.
¡Pues mira que bien!. La frase, antigua ella como la humanidad, de "pedid y se os dará", hecha realidad.
ResponderEliminarÚltimamente acostumbro a no pedir nada, a esperar de la vida lo que quiera ofrecerme, para mirar con optimismo lo que me da y no sentirme nunca defraudada.
De está forma, volver a leer tres egunones seguidos, me ha parecido un regalo superguay. Aunque los tenga que leer en el móvil, porque me he cambiado de operador telefónico y desde hace más de una semana ni teléfono ni Internet.
¡Mendi, Mendi!
Muchas felicidades, Mendi! Un abrazo
ResponderEliminar