Una vez estuve en un mercado de una famosa ciudad de Turquia llamada Estambul. Qué bullicio, y qué gritos!.
Lo más parecido a aquello que he visto en Occidente ha sido la sala de espera de Consultas Externas de Traumatología del Hospital de Zamora.
Me dí cuenta del parecido porque yo siempre estoy atento a las situaciones asimétricas, y nada más entrar escuché una voz varonil que gritaba señora, que esto no es la plaza.
Luego, ya en la espera, dilatada, observé cómo dos de cada tres personas esperaban solas, sin compañía alguna. Y de estas personas solitarias, el ochenta y ocho por ciento recurrían al móvil cada poco rato para comentar son sus parientes cosas relacionadas con su enfermedad. Y como algunos parientes vivían en Barcelona y hasta en ciudades más lejanas, gritaban mucho.
Menuda algarabía:
- Avelino Zenarruza, pase a consulta cuatro, dijo con voz metálica un altavoz.
No se oían nada los avisos, y entonces la gente quería hacerse oir por encima de los demás y gritaba quién, qué ha dicho, a qué consulta, y por qué una multa, y cosas así.
Intentando aprovechar el tiempo, como trabajo de comercial para Movistar, ideé una tarifa especial para gente que pasa mucho rato en consultas externas y tiene sus parientes en una comunidad autónoma diferente de aquella en la que está localizado el Hospital, o en algún país de cono sur de Iberoamérica.
La presenté a mis jefes y me la han aprobado.
Lo más parecido a aquello que he visto en Occidente ha sido la sala de espera de Consultas Externas de Traumatología del Hospital de Zamora.
Me dí cuenta del parecido porque yo siempre estoy atento a las situaciones asimétricas, y nada más entrar escuché una voz varonil que gritaba señora, que esto no es la plaza.
Luego, ya en la espera, dilatada, observé cómo dos de cada tres personas esperaban solas, sin compañía alguna. Y de estas personas solitarias, el ochenta y ocho por ciento recurrían al móvil cada poco rato para comentar son sus parientes cosas relacionadas con su enfermedad. Y como algunos parientes vivían en Barcelona y hasta en ciudades más lejanas, gritaban mucho.
Menuda algarabía:
- Avelino Zenarruza, pase a consulta cuatro, dijo con voz metálica un altavoz.
No se oían nada los avisos, y entonces la gente quería hacerse oir por encima de los demás y gritaba quién, qué ha dicho, a qué consulta, y por qué una multa, y cosas así.
Intentando aprovechar el tiempo, como trabajo de comercial para Movistar, ideé una tarifa especial para gente que pasa mucho rato en consultas externas y tiene sus parientes en una comunidad autónoma diferente de aquella en la que está localizado el Hospital, o en algún país de cono sur de Iberoamérica.
La presenté a mis jefes y me la han aprobado.
Comentarios
Publicar un comentario