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Confesiones

- Ave Maria Pu.., A... ve Ma...

- A ver si te arrancas, majo, que Mi Santidad no tiene toda la mañana.

- Lo siento, oiga, que quien iba a esperar que me tocara confesarme con el Papa. Que estábamos jugando a los chinos para matar el rato, y no para ganar ningún jubileo, y que a ver si mejoramos la organización porque entre acto y acto nos pasamos 18 horas, y ya no puedo más. Tenemos al lado unas monjas que se pasan cantando aleluyas todos los intermedios, y a uno de mi diócesis ya lo han tenido que ingresar en La Paz con un ataque de ansiedad, que le tiró a la de la guitarra una botella de agua llena y le dió en la cabeza y le rompió una cuerda, vocal, no de la guitarra.

- Esas cosas se las comentas a Kiko Argüello, que es el que ha montado el programa de fiestas. Y de paso le dices que en otro encuentro haga más pequeños los escenarios, y no de trescientos metros, o ponga en el guión que puedo saludar desde el centro y no recorrerlos enteros, que tengo ochenta y cinco años, santos, pero ochenta y cinco.

- Y luego está el calor, Su Santidad. ¿Por qué no mueve sus Santos Hilos para que la próxima JMJ sea en Islandia? Allí no hay católicos, y son tan pocos que en cinco días los convertimos a todos. Imagínese los titulares: un millón de peregrinos convierten a los trescientos mil islandeses con dos misas, y sin necesidad de milagros.

- Me lo apunto. ¿Algún pecadillo?

- Yo no peco, Su Santidad, soy un obispo.

- Vaya cosa. Me enteré por la prensa que el de Solsona no reza lo bastante. A ver, tú, ¿cuánto rezas?

- Doce horas al día, descontando las tres misas, el rosario, laudes, visperas y completas. Si rezo más, desatiendo mis tareas pastorales.

- ¿Qué tareas pastorales ni qué carajo? Tú rezas, y el Altísimo se ocupa de las tareas pastorales, o las catequistas. ¿No tienes catequistas?

- Tres, de ochenta y cinco años cada una, como Su Intuida Presencia Al Otro Lado Del Armatoste Este Con Forma De Vela Que Han Montado En El Retiro, y están en retirada.

- Pues el Altísimo solo. En penitencia te vas a pasar rezando lo que se te ocurra por mis intenciones hasta que AENA te avise con un SMS de que mi avión está llegando a Roma.

- ¿Cómo se despide uno del Papa?

- Besando el anillo. Tienes que accionar el botón amarillo y blanco que tienes a la derecha y te sale por la ranura una réplica de mi Santo Dedo. Le das un ósculo y santas pascuas. A ver, el siguiente.

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Declaración de intenciones

Las lágrimas se guardan para los entierros, y la vida hay que buscarla allí donde lo dejan a uno. En una casa buena de Cádiz o en el infierno. Donde sea, donde se pueda El asedio, de Arturo Pérez Reverte Esta es la sabiduría de Felipe Mojarra, salinero, de la Isla, de barro hasta las rodillas y que pelea contra el francés, en el año de 1811, en la Bahía de Cádiz, sin saber por qué. Y esa es la que buscaré compartir con vosotros cada mañana desde este rinconcito de la red. ¡Qué gusto volver a escribir!
Se me va poblando el cielo de rostros y corazones, se va volviendo mi hogar, llenándoseme de nombres. No es ya un extraño país lejano en el horizonte, es cita donde me aguardan pupilas que me conocen, labios que me dieron besos, pieles que llevan mis roces. Se me va poblando el cielo de rostros y corazones, de gestos ya conocidos de amor, de abrazos que acogen, en los que revivir puedo amadas palpitaciones, y tantos y tantos sueños que aguardan consumaciones. Se me va poblando el cielo de rostros y corazones: me gusta saber que Dios prepara para los hombres Paraísos que permiten recuperar los adioses. Allí se me van llegando uno a uno mis amores, con besos hoy silenciosos que tendrán resurrecciones. Se me va poblando el cielo de rostros y corazones, se va volviendo mi hogar, llenándoseme de nombres.