Mourinho mete el dedo en el ojo de Tito Vilanova. La gente normal no sabe quien es Tito Vilanova, pero se hace rápidamente famoso gracias al dedo de Mourinho, de qué se queja. Madridistas ilustres y medios de comunicación de la capital piden a Florentino que despida a Mourinho antes de que Mourinho acabe metiendo el dedo en algún enchufe e incendiando el Bernabéu. Pero Florentino calla y somete el tema a plebiscito. Una pancarta colgada en el estadio deja claro el veredicto: "Mou, tu dedo nos señala el camino". Así que era eso. El madridismo buscaba desorientado el camino. En medio de los triunfos del Barça, un año tras otro, ficharon a Mou para invertir el rumbo. ¿Destino?: ¿La Liga, la Champions, la Copa, el Trofeo Carranza? Nada de eso. El ojo de Tito Vilanova.
Pues para eso no hacía falta Mourinho, perdonen que les diga, bastaba cualquier macarra.
Pues para eso no hacía falta Mourinho, perdonen que les diga, bastaba cualquier macarra.
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