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Malditos prejuicios

Egunon Mikel,

estaba comiendo con tus primos un plato de pasta. Ví que Ana apartaba algunos trozos, y que Xavi le imitaba, y les pregunté a ver qué.

- no me gustan estas setas, contestaron.

- no son setas, queridos, son trozos de salchichas blancas.

- ah, a ver... ummm, qué buenas las salchichas!

Si comes una salchicha en modo seta, no te gusta, pero si te la comes en modo salchicha, sí. Lo cual confirma, una vez más,

1, que nuestros prejuicios conforman la realidad. Si crees que algo es una seta, es una seta (aunque sea una salchicha). Y como seta que es, la apartas del plato.

2, Que los prejuicios determinan las expectativas. Si esperas sabor de seta, aunque sepa a langosta, como no sabe a seta, no te gusta.

3. Que los prejuicios determinan nuestro comportamiento (con los demás). Si una seta no se comporta como una seta, la apartas de tí.

Malditos prejuicios...

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