Ir al contenido principal

El club de los poetas muertos

Egunon, Mikel:

no consigo entender por qué a la gente de tu edad le gusta tanto "El club de los poetas muertos". A mi me parece una película lenta, en la que todo pasa en escenarios oscuros, que pertenece a una época en la que ninguno habéis vivido y que representa a alumnos con uniforme victoriano y a profesores con corbata, tan lejos de la pinta de vuestros institutos multicolor.

A lo mejor os gusta porque habla de chavales enfrentados a sus padres, que les dan la educación pero les niegan los sueños, a ver cómo se come eso.

A lo mejor es porque habla de profes diferentes, que hacen cosas que nadie espera, como pedirte que arranques las páginas correspondientes a la introducción, con lo que cuestan los libros de texto.

En lo que a mí respecta, sólo por regalarme esa interpretación, sólo por inspirarme la idea de que los profesores podemos cambiar el mundo, empezando por cambiar lo que hacemos, Robin Williams merece el Óscar que Dios le estará entregando en estos momentos.




Comentarios

Entradas populares de este blog

Declaración de intenciones

Las lágrimas se guardan para los entierros, y la vida hay que buscarla allí donde lo dejan a uno. En una casa buena de Cádiz o en el infierno. Donde sea, donde se pueda El asedio, de Arturo Pérez Reverte Esta es la sabiduría de Felipe Mojarra, salinero, de la Isla, de barro hasta las rodillas y que pelea contra el francés, en el año de 1811, en la Bahía de Cádiz, sin saber por qué. Y esa es la que buscaré compartir con vosotros cada mañana desde este rinconcito de la red. ¡Qué gusto volver a escribir!
Se me va poblando el cielo de rostros y corazones, se va volviendo mi hogar, llenándoseme de nombres. No es ya un extraño país lejano en el horizonte, es cita donde me aguardan pupilas que me conocen, labios que me dieron besos, pieles que llevan mis roces. Se me va poblando el cielo de rostros y corazones, de gestos ya conocidos de amor, de abrazos que acogen, en los que revivir puedo amadas palpitaciones, y tantos y tantos sueños que aguardan consumaciones. Se me va poblando el cielo de rostros y corazones: me gusta saber que Dios prepara para los hombres Paraísos que permiten recuperar los adioses. Allí se me van llegando uno a uno mis amores, con besos hoy silenciosos que tendrán resurrecciones. Se me va poblando el cielo de rostros y corazones, se va volviendo mi hogar, llenándoseme de nombres.