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esfuerzo y paciencia

Egunon Mikel:

muchas veces, cuando me levanto por las mañanas y veo el sol, o cuando, después, veo levantarse a tus primos hechos un sol, me acuerdo de uno que, al sentarse conmigo a desayunar, decía: "qué día más bonito. Ya verás qué pronto viene alguno y lo jode".

Me acordé de él al leer estos días a Paul Valery: "no es posible hacer nada sin que todo se entrometa".

Lo digo para que apuntes: que las cosas salgan bien es una cuestión de esfuerzo personal, y también, de que lo demás y los demás se esfuercen en no interferir.

Ambas cosas cuestan mucho. Pero la primera depende de tí y la segunda no.

Así que esfuerzo y paciencia, porque las cosas, y los demás, son como son.

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Las lágrimas se guardan para los entierros, y la vida hay que buscarla allí donde lo dejan a uno. En una casa buena de Cádiz o en el infierno. Donde sea, donde se pueda El asedio, de Arturo Pérez Reverte Esta es la sabiduría de Felipe Mojarra, salinero, de la Isla, de barro hasta las rodillas y que pelea contra el francés, en el año de 1811, en la Bahía de Cádiz, sin saber por qué. Y esa es la que buscaré compartir con vosotros cada mañana desde este rinconcito de la red. ¡Qué gusto volver a escribir!
Se me va poblando el cielo de rostros y corazones, se va volviendo mi hogar, llenándoseme de nombres. No es ya un extraño país lejano en el horizonte, es cita donde me aguardan pupilas que me conocen, labios que me dieron besos, pieles que llevan mis roces. Se me va poblando el cielo de rostros y corazones, de gestos ya conocidos de amor, de abrazos que acogen, en los que revivir puedo amadas palpitaciones, y tantos y tantos sueños que aguardan consumaciones. Se me va poblando el cielo de rostros y corazones: me gusta saber que Dios prepara para los hombres Paraísos que permiten recuperar los adioses. Allí se me van llegando uno a uno mis amores, con besos hoy silenciosos que tendrán resurrecciones. Se me va poblando el cielo de rostros y corazones, se va volviendo mi hogar, llenándoseme de nombres.