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Egunon Mikel:

lamento lo de tu pie. Seguro que al que te pisó le empujó Bárcenas.

De hecho, llevo unos días pensando en él. ¿Tú no?

Pensaba que si a un Presidente del Gobierno le pillan mensajeándose en tono coloquial con un ex-tesorero-presunto-delincuente,  y luego se expresa en público desacreditándolo, debe dimitir, porque la gente no confia en los presidentes del gobierno que tienen dos lenguajes.

Si un Presidente del Gobierno emplea sus montoros o sus florianos para decir lo que no puede, debe dimitir, porque un presidente del gobierno debe poder decir todo lo que quiera.

Si la persona a la que le has encargado llevar los dineros de tu organización ha ido amasando durante veinte años una fortuna en Suiza debes dimitir, porque no sabes elegir ni sabes evaluar a tus colaboradores.

Si la Secretaria General de tu organización tiene la competencia comunicativa bajo mínimos, como cuando lo de la "indemnización en diferido", debes cesarla (e invitarla a recluirse en un monasterio con voto de silencio).

Pero todo eso solo pasa en el pais imaginario que todos tenemos en la mente, pero que no existe.

Cuidate el pinrel.

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Declaración de intenciones

Las lágrimas se guardan para los entierros, y la vida hay que buscarla allí donde lo dejan a uno. En una casa buena de Cádiz o en el infierno. Donde sea, donde se pueda El asedio, de Arturo Pérez Reverte Esta es la sabiduría de Felipe Mojarra, salinero, de la Isla, de barro hasta las rodillas y que pelea contra el francés, en el año de 1811, en la Bahía de Cádiz, sin saber por qué. Y esa es la que buscaré compartir con vosotros cada mañana desde este rinconcito de la red. ¡Qué gusto volver a escribir!
Se me va poblando el cielo de rostros y corazones, se va volviendo mi hogar, llenándoseme de nombres. No es ya un extraño país lejano en el horizonte, es cita donde me aguardan pupilas que me conocen, labios que me dieron besos, pieles que llevan mis roces. Se me va poblando el cielo de rostros y corazones, de gestos ya conocidos de amor, de abrazos que acogen, en los que revivir puedo amadas palpitaciones, y tantos y tantos sueños que aguardan consumaciones. Se me va poblando el cielo de rostros y corazones: me gusta saber que Dios prepara para los hombres Paraísos que permiten recuperar los adioses. Allí se me van llegando uno a uno mis amores, con besos hoy silenciosos que tendrán resurrecciones. Se me va poblando el cielo de rostros y corazones, se va volviendo mi hogar, llenándoseme de nombres.