Ir al contenido principal

Cuarenta y nueve

Egunon Mikel

Hoy hace cuarenta y nueve años que nací. Estaba haciendo una lista de las cosas que he aprendido desde que cumplí cuarenta y ocho. Y me sale esto:

Primero, que la exactitud de nuestras percepciones influye directamente en la sensibilidad de nuestras respuestas. Eso hace que por las mañanas me esfuerce más últimamente en lavarme las orejas. Y que limpie mejor las gafas.

Segundo, que para que los demás confíen en tí, tienes que hacer lo que dices. Por eso escribo menos desde hace unos meses. Y pienso más.

Y tercero, que nunca sabemos lo necesario para juzgar a nadie. Así que menos hablar y más trabajar.

Lo primero lo aprendí en un libro prodigioso escrito por un médico americano, Arthur Ciaramicoli. Lo segundo me lo enseñó mi amigo Joserra Mandiola. Y lo tercero lo he visto en la persona más auténtica que ha pisado Bilbao en los últimos 25 años: Marcelo Bielsa.

A ver qué aprendo ahora.

Comentarios

Entradas populares de este blog

Declaración de intenciones

Las lágrimas se guardan para los entierros, y la vida hay que buscarla allí donde lo dejan a uno. En una casa buena de Cádiz o en el infierno. Donde sea, donde se pueda El asedio, de Arturo Pérez Reverte Esta es la sabiduría de Felipe Mojarra, salinero, de la Isla, de barro hasta las rodillas y que pelea contra el francés, en el año de 1811, en la Bahía de Cádiz, sin saber por qué. Y esa es la que buscaré compartir con vosotros cada mañana desde este rinconcito de la red. ¡Qué gusto volver a escribir!
Se me va poblando el cielo de rostros y corazones, se va volviendo mi hogar, llenándoseme de nombres. No es ya un extraño país lejano en el horizonte, es cita donde me aguardan pupilas que me conocen, labios que me dieron besos, pieles que llevan mis roces. Se me va poblando el cielo de rostros y corazones, de gestos ya conocidos de amor, de abrazos que acogen, en los que revivir puedo amadas palpitaciones, y tantos y tantos sueños que aguardan consumaciones. Se me va poblando el cielo de rostros y corazones: me gusta saber que Dios prepara para los hombres Paraísos que permiten recuperar los adioses. Allí se me van llegando uno a uno mis amores, con besos hoy silenciosos que tendrán resurrecciones. Se me va poblando el cielo de rostros y corazones, se va volviendo mi hogar, llenándoseme de nombres.