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De pintxos

Como no tengo nada que hacer en la vida y soy cliente de Movistar, Euskaltel y Orange, que tiene cojones, llamé a una de ellas, a boleo, porque tengo conflictos con todas. Pregunté a ver qué era eso de estar pagando 46 euros al mes por el pincho de internet cuando por los mismos cinco gigas los de Vodafone me cobraban 35. Después de pasar cincuenta y dos minutos, nueve personas y otros nueve departamentos, una joven de acento dominicano me dijo que en adelante me cobrarían sólo los 35 euros, aunque los tres primeros meses, por mi cara bonita, el recibo sería solo de 17, y cuando le dije que me parecía muy bien me dijo que me transfería con el departamento correspondiente, en el cual me dijeron que para hacer efectivo el cambio de tarifa me pasaban de inmediato con el departamento correspondiente, en el cual me dijeron que ya se había hecho efectivo el cambio de tarifa, del pincho de internet, que pasaba a ser, según lo acordado, de 19 euros mensuales durante los próximos 24 meses, por cinco gigas, que a ver si estaba de acuerdo, y dije que sí, aunque luego pensé que si hubiera insistido un poco más, lo saco por la mitad.

Comentarios

  1. Pues, sí creo que a las operadoras les coges de ronda en estos momentos de crisis, antes de Navidad y también según con quién hables.
    Están de oferta todas a la greña, a ver quién pierde menos clientes y atrae a los de la competencia, un trajín de altas y bajas, de forma que las ofertas cambian de un día para otro y con tanta publicidad no saben si te ofertan los de ellas o lo de la contraria que acaban de recibirla en el móvil personal.

    Ayer estuve un buen rato viendo la televisión, para acercarme, siempre desde lejos a lo que ve la media del estado español. Y los anuncios de colonias y operadoras se quitaban la palabra unos a otros. Me resulta muy difícil compaginar qué colonia comprarme con aprovechar la última oferta de tarifa plana. No veo como conectar la sensualidad y los vestidos y zapatos de tacón de aguja de los perfumes que debes llevar, para asistir a la reuniones verbeneras de portal o de barrio en las que elegir por asamblea qué operadora te conviene más. Claro, que si luego coincide que ves ese anuncio en el que no compran un coche porque es demasiado barato, aunque daba unas prestaciones de "la de dios", se te funden las neuronas.

    Vamos que me quedo con uno que decía que debíamos desaprender lo aprendido y empezar de nuevo, que la verdad no sé qué anunciaba, pero que me pareció el mejor consejo para la vida que llevamos. Me quedé con esa idea y apagué la tele.

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Declaración de intenciones

Las lágrimas se guardan para los entierros, y la vida hay que buscarla allí donde lo dejan a uno. En una casa buena de Cádiz o en el infierno. Donde sea, donde se pueda El asedio, de Arturo Pérez Reverte Esta es la sabiduría de Felipe Mojarra, salinero, de la Isla, de barro hasta las rodillas y que pelea contra el francés, en el año de 1811, en la Bahía de Cádiz, sin saber por qué. Y esa es la que buscaré compartir con vosotros cada mañana desde este rinconcito de la red. ¡Qué gusto volver a escribir!
Se me va poblando el cielo de rostros y corazones, se va volviendo mi hogar, llenándoseme de nombres. No es ya un extraño país lejano en el horizonte, es cita donde me aguardan pupilas que me conocen, labios que me dieron besos, pieles que llevan mis roces. Se me va poblando el cielo de rostros y corazones, de gestos ya conocidos de amor, de abrazos que acogen, en los que revivir puedo amadas palpitaciones, y tantos y tantos sueños que aguardan consumaciones. Se me va poblando el cielo de rostros y corazones: me gusta saber que Dios prepara para los hombres Paraísos que permiten recuperar los adioses. Allí se me van llegando uno a uno mis amores, con besos hoy silenciosos que tendrán resurrecciones. Se me va poblando el cielo de rostros y corazones, se va volviendo mi hogar, llenándoseme de nombres.